Querida Tía Milagros:

Hoy es un día triste para todos nosotros, te has marchado y un mar de recuerdos inundan nuestras cabezas, pero no te preocupes, todos son buenos. En mis 25 años de existencia ahora mismo solo tengo buenos recuerdos de ti, desde cuando hacíamos las matanzas en el garaje de la tía Faustina y jugábamos a las cartas hasta las tantas, pasando por tu matanza y tus riquísimos “suspiritos milagritos” incluso me remonto a mucho antes, cuando yo era un mico y madrugaba para repartir el pan con tío Luis, y el me daba un bollo entre Santovenia  y Laguna y me decía “Cómetelo aquí que sino luego tu tía milagros nos regaña”. Alguna que otra vez se te atascó el ordenador y tuve que bajar a mirártelo, porque desde que te jubilaste no dejaste de hacer todo aquello que te gustaba, todo aquello que de una forma u otra no disfrutaste en tu niñez, compusiste canciones, pintaste cuadros, y sobre todo escribiste un libro para los mas pequeños, donde como tu decías, contabas como eran antes las cosas, como te las enseñaron a ti de pequeña, y por eso querías que los niños de ahora conociesen como eran las cosas cuando tu eras pequeña.

Quien nos iba a decir hace unos pocos meses cuando venias con nosotros a visitar a Tío Luis al hospital,  esto iba a terminar así. Si Dios fuese justo todos los malos estarían arriba y los buenos estaríais aquí.

Solo te pido que desde el cielo cuides del Tío Luis y la Prima, que nosotros, su familia y todos sus amigos lo haremos desde aquí. Nunca van a estar solos, porque tienen una familia detrás para lo que necesiten. Me has demostrado que tenemos que hacer lo que mas nos guste sin importar el que dirán, que si no hacemos mal a nadie y estamos orgullosos de nuestros actos debemos hacer lo que nos llene, como tu hacías pintando, escribiendo etc.

Espero que puedas leer esto desde donde estés. Me gustaría haberme despedido de ti en persona, pero tu decías que no querías que nadie te viese mal. Aunque nunca te lo haya dicho en persona, te quiero mucho, y espero que donde estés seas feliz y nos cuides a todos.

Esto no es un Adiós, es un hasta pronto.

Tu sobrino Javier.